Imaginaos una ciudad colonial inglesa, China, India, Malasia, una isla tropical y street art en las paredes, todo mezclado en el mismo lugar. El resultado es George Town, una ciudad que teníamos ganas de conocer y que no ha dejado de sorprendernos. Hemos visitado anteriormente otros lugares con mix de culturas, de hecho nos encantan, pero en George Town el ambiente que se respira es único.
Se encuentra al noroeste de la isla de Penang, en el estrecho de Malaca. Nosotros desde Langkawi tomamos rumbo al sur en ferry y llegamos en tres horas.
Lo que hace tan especial a George Town es resultado directo de su evolución histórica. Su cultura, forjada durante décadas de colonialismo, comercio y turismo, es una de las más tolerantes, cosmopolitas y fascinantes de Malasia. A nivel gastronómico, es considerada nada menos que la capital culinaria del país. Nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008, sus impresionantes edificios están estilosamente reformados y reconvertidos en tiendas, cafeterías, restaurantes y pequeños hoteles, todos con un cuidado estilo vintage. Además, en los últimos años, el street art ha adornado sus paredes. Fuera del casco histórico, se elevan imponentes rascacielos y enormes centros comerciales.
Poco se sabe de los orígenes de Penang aparte de que estaba habitada por unos 1000 pescadores malayos. Fue a partir de 1786, cuando el capitán Francis Light tomó posesión de la isla en nombre de la Compañia Británica de las Indias Orientales, que ocurrieron todos los cambios. Para ellos era un lugar estratégico para controlar las rutas comerciales entre la China continental y el subcontinente indio además de como base para reparar los barcos británicos. Tras difíciles negociaciones con el sultán de Kedah, los británicos tomaron la isla a cambio de asegurarle protección contra los siameses (cosa que no se cumplió pero eso ya es otra historia). Los emigrantes tenían derecho a disponer de la tierra que fueran ocupando y junto con el puerto libre de tasas, se garantizó que fueran llegando colonos de todas las partes de Asia, sobre todo de China e India. No fue tarea fácil debido a la escasez de agua y las epidemias de malaria, pero poco a poco Penang (entonces conocida como Isla del Príncipe de Gales) fue prosperando. Continuaron unos años peligrosos en los que sociedades secretas chinas manejaron el comercio del opio en la zona. Los clanes chinos siempre han ejercido un poder importante en la isla. Siete meses antes de la independencia de Malasia en 1957, se le dio a George Town la categoría de ciudad. Continuó durante los años 60 un importante desarrollo económico gracias a la condición de «libre de tasas» pero en los años 80 este privilegio pasó a ser para Langkawi. Hoy en día, el turismo es básico en la economía de Penang por lo que las autoridades y también los habitantes de la isla invierten gran esfuerzo en preservar el patrimonio tradicional de George Town.
Todas estas culturas se entremezclan y conviven hoy pacíficamente en las calles de George Town. En una misma vía se suceden templos chinos, hinduístas, mezquitas y alguna que otra iglesia. Mientras paseas por Little India puedes escuchar como el almuecín con la llamada a la oración interrumpe las alegres canciones de Bollywood. Los fieles musulmanes se dirigen puntualmente a la mezquita entre los cientos de puestos de comida china callejeros. Las mujeres hindús compran telas de colores y doradas joyas mientras los turistas fotografiamos el street art. Puedes desayunar típica comida malaya, comer pollo tandoori, cenar dim sum y noodles y entre horas picar algún dulce hindú, satai o beber frescos zumos de frutas tropicales. George Town es difícil de mostrar con imágenes, es una ciudad que se vive y que se recuerda por los momentos.
La cocina malaya es compleja y apasionante y George Town se considera capital gastronómica del país. Es por esto que resulta inevitable querer comer y probar a todas horas en esta ciudad. El estilo culinario de la cocina malaya es una mezcla de las tradiciones de sus habitantes malayos, chinos, hindús, indonesios e indígenas de Borneo con influencias de las cocinas tailandesa, portuguesa, alemana e inglesa. Son ingredientes básicos el chilli, el belacan, el coco, la salsa de soja, citronela, tofu, marisco, tamarindo… y por supuesto el arroz. Cabe destacar la cocina típica Nyonya o Peranakan. Los Peranakan son los descendientes de los comerciantes chinos que se asentaron en Penang hace más de 400 años y se casaron con las mujeres locales (nyonyas). Durante estos 400 años crearon una cultura propia y con ella su propia cocina que hibrida la china con la malaya e indonesia. Habitualmente la cocina nyonya es muy picante y cada receta incluye una variedad enorme de hierbas, especias, chiles con una elaboración muy compleja y largas cocciones.
Un plato típico imprescindible es el Asam Laksa y una bebida, el nutmeg (zumo de nuez moscada).
En el año 2012 la ciudad se hizo aún más hermosa gracias al trabajo del artista lituano Ernest Zacharevic. Pintó varias obras en diferentes puntos del casco antiguo para el Festival de la Cultura de ese año y con ellas logró reconocimiento mundial. Otros artistas se han sumado después a crear arte en las paredes de esta fascinante ciudad.